El rol de niñas, niños, adolescente y jóvenes como actores claves contra el cambio climático

15 Enero

Imagen
El rol de niñas, niños, adolescente y jóvenes como actores claves contra el cambio climático

La humanidad atraviesa el desafío más importante de su historia. La crisis climática amenaza la calidad de vida de esta y las futuras generaciones, alterando gravemente los patrones climáticos, generando fuertes lluvias y sequías, derritiendo los glaciares, elevando el nivel del mar e inundando ciudades costeras, alterando los delicados ciclos que sostienen la vida y destruyendo nuestros ecosistemas. Pone en grave peligro la vida en el planeta al comprometer el futuro abastecimiento de agua, oxígeno, alimentos nutritivos e insumos necesarios para nuestra economía y afectando directamente la calidad de vida de esta y las futuras generaciones. La población más vulnerable es principalmente afectada por esta situación, especialmente en niñas, niños, adolescentes y jóvenes. La humanidad está en deuda con ellos.

A pesar de que los Estados han suscrito varios acuerdos para hacer frente a este desafío y sus impactos, aún mantienen una gran deuda con las próximas generaciones. Los esfuerzos para mitigar el cambio climático y adaptarnos a sus impactos, así como para compensar las pérdidas y daños, aún se mantienen herméticos a la participación juvenil en varios espacios de toma de decisión tanto a nivel nacional como internacional. Al ser los más afectados, niñas, niños, adolescentes y jóvenes deben ser parte activa de la construcción de leyes, políticas e iniciativas para hacer frente a la crisis climática. El trabajo intergeneracional permite abordar desafíos importantes como: (a) la brecha de conocimiento climático, tanto técnico como de sus impactos socioeconómicos, (b) la inclusión de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en los procesos de diseño, implementación, monitoreo y evaluación de leyes, políticas e iniciativas, y (c) la construcción de un ecosistema para hacer frente a la crisis climática basado en la colaboración y la innovación que responda a las necesidades de la población. 

En este sentido, existen varias oportunidades de acción desde el sector público para incluir efectivamente a niñas, niños, adolescentes y jóvenes en la construcción participativa de una agenda de acción colaborativa frente a la crisis climática. Su inclusión plena en procesos participativos debe partir de la educación climática eficaz, facilitando la comprensión tanto de los aspectos técnicos, socioeconómicos e institucionales sin importar el nivel educativo, su idioma nativo, su ubicación geográfica, su acceso a internet o cualquier otra barrera para la comprensión integral de la crisis climática. Posterior a su capacitación, se deben  garantizar procesos de participación donde su voz tenga una verdadera incidencia y trasciendan el “youth-washing” o la utilización de la imagen de las nuevas generaciones para dar legitimidad a decisiones excluyentes. Para lograrlo, se deben construir espacios seguros para el intercambio de ideas, donde la experimentación y la innovación, la prueba y el error sean aceptados, y abran la posibilidad  de aprender en el camino e incluir a diversos actores. Estos espacios son especialmente importantes en un contexto cambiante e incierto de crisis climática, donde se requieren ideas atrevidas, innovadoras y ambiciosas para hacer frente a sus causas y efectos.

La participación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes deben traducirse en leyes, políticas e iniciativas que contemplen su participación durante los procesos de diseño, implementación, monitoreo y evaluación de leyes, políticas e iniciativas. Las ventajas de abordar la crisis climática desde esta perspectiva participativa son:  una mayor legitimidad a las decisiones públicas, abrir camino para la colaboración multiactor en territorio, facilitar la innovación intergeneracional y, principalmente, empoderar a las nuevas generaciones en el abordaje de la crisis climática. Es una cuestión de justicia y de empatía que nos permitirá enfrentar de mejor manera los desafíos actuales y futuros.